sin titulo por ahora

Desde siempre en el hombre ha estado presente un factor común e inherente a todos los que conforman su especie, un agente que le ha garantizado la supervivencia de su especie y la creación de una estructura social y una organización activa de su esquema individual; las emociones son lo mas humano con lo que cuenta el hombre; sin dejar a un lado la vertiente de que otros animales no humanos también desarrollen algunas capacidades relacionadas a la emocionalidad.

Sin las emociones no seriamos mas que unos simples autómatas “máquinas sin corazón; pero con razón” y pasaríamos nuestra vidas en vano, dejando a un lado las verdaderas cosas y solo actuando por actuar, y muy posiblemente no podríamos considerar una sociedad muy avanzada; ya que todo desarrollo cognitivo, va con una carga emocional; algo así como que amamos lo que hacemos, sea malo o bueno siempre estará inmiscuido esa signo emocional que caracteriza a las actitudes de los hombres.

Todo el conjunto de emociones se encuentra en el campo genético del individuo y de la especie, y todo va dirigido hacia la supervivencia de su especie, claro mas halla del complejo acto de supervivencia de la especie mas desarrollada para la continuación de la misma, encontramos la emotividad y el amor hacia su progenie.

Las emociones son un constructo biológico, del que estamos dotados hace cientos de miles de años, por supuesto mediadas por el cerebro, el centro mismo de toda emoción, y de todos los procesos que lleva a cabo el hombre, observando el comportamiento emocional podemos darnos cuenta que, muchas emociones cargan su conducta determinada o una P.A.F que se ven reflejadas en todos los seres humanos, por ejemplo la conducta y el gesto de desagrado que todas las personas tenemos y que nos recuerdan los animales no humanos que hacen la misma gesticulación frunciendo las cejas y subiendo el labio superior cuando se sienten amenazados o “disgustados” o el miedo que es una de nuestras emociones primarias, es la que nos permite solucionar conflictos, huir o enfrentarnos en estado de amenaza y nos garantiza la supervivencia mediante estos mecanismos.

Aunque todas nuestras emociones están inmersas es nuestro esquema cerebral, algunas de ellas “no las manifestaciones” son aprendidas, porque como podemos ver algunas veces a un niño que ríe con un grupo de personas sin saber el porque de tan jovial alegría. Sin embargo existen otras que, primero son netamente humanas; como el llanto, que nos permite expresar miles de sentimientos, o desahogarnos simplemente de pesadas cargas que tenemos en momentos determinados.


Mas halla del ver está el mirar, el cuerpo habla y se comunica de una manera maravillosa, alguna vez alguien dijo que “una imagen vale mas que mil palabras” y creo estar totalmente de acuerdo con esta tesis; solo con un gesto podemos descifrar un mensaje oculto, un mensaje del otro ser humano que intenta comunicarse a niveles mayores de intimidad, la mente emocional doblega o sobrepasa a lo que quiere la mente racional; estas mismas están en una constante ambivalencia tratando de subyugarse, pero no olvidemos que así como luchan, ambas son un perfecto complemento que guía el hombre hacia su desarrollo.

Pero muchas veces, la emoción pude mas que la razón y aflora el instinto animal que todos tenemos en nuestro esquema corpóreo, “se actúa pero no se piensa” y cuando nos damos cuenta de lo sucedido ni siquiera sabemos porque lo hicimos, y varias veces podemos herir suceptiblidades en otros seres humanos sin “querer queriendo”, aunque no todo es malo; muchas veces sentir mas que pensar puede hacernos “caer en la tentación, y la mas profunda felicidad, sin recriminaciones, ni ideas de culpabilidad “las mejores cosas de la vida no se planean, simplemente se hacen”

El cerebro ha estado en constante evolución desde el protocerebro (reptiliano), pasando por el cerebro emocional (mamífero) que emerge del tallo encefálico, y llegando al cerebro racional (neocortex), de aquí que muchos de nuestros comportamientos racionales estén llenos de carga emocional. La conformación del sistema límbico, el centro de nuestras emociones, permitió la reevaluación de las situaciones, no siendo ya solamente un conjunto de reacciones primarias encaminadas al simple hecho de sobrevivir, sino con una carga afectiva que permitió una mayor evolución del pensamiento humano. El neocortex nos aporta la evaluación lógica de nuestros sentimientos, además nos permite tener diferentes reacciones sobre las emociones con diferentes matices y con diferentes hechos, de aquí que la relación que ejerce el sistema límbico con el neocortex, sea tan importante para la realización adecuada de las cosas que hacemos.

Aquí encontramos un compañero inseparable de toda emoción; la amígdala, esta misma ligada a los procesos de aprendizaje y memoria, es la mediadora de toda emoción, es la que “agrega el picante” sin ella nuestra vida seria infeliz, no por el hecho de ser tristes, sino por el hecho de no saber que lo somos, no conseguiríamos expresar lo que sentimos a los demás, no podríamos conceder un abrazo con lo que se trasmite al entregarlo, tampoco percibir el poder que tiene un beso y las reacciones que tenemos al recibir uno inesperado, tampoco la explosión de sensaciones y la calidez que se brinda en el dar y recibir una caricia, ya que no podemos olvidar que toda emoción tiene una reacción fisiológica y química en el cuerpo, de ahí que cuando estamos ansiosos esperando a la persona que amamos, nos tiemblen las piernas, sudemos, lloremos, sin estos comportamientos y emociones, no podríamos crear lazos sociales, tan importantes en un complejo mundo como lo es el nuestro. “Siempre recordamos lo malo que sucedió y no lo bien que lo pasamos” eso decimos cada vez que el desamor llega a nosotros, y quien es el responsable de tal fechoría, nada mas que el hipocampo este es el que agrega la memoria “memoria episódica” de los hechos que tienen mayor carga emocional para nosotros, de ahí que recordemos los que mas nos sobresaltaron o fueron mas importantes para nosotros; como el día en que te embriagaste por primera vez, “si es que te acuerdas” o el día en que ella/el te dijo si, todo esto queda almacenado en el hipocampo y luego podemos volver a sentir lo mismo que experimentamos en ese momento cuando el contexto de otra situación se semeja al anterior; ayudada por la amígdala que agrega el grado emocional con el que se recuerda el acontecimiento, de ahí que muchas personas, huyan a las relaciones por el miedo que produce un quizá me hará daño, sin saber el porque de su pensamiento.


Como podemos ver las emociones son un interesante mundo, toda la estructura social de los seres humanos se versa en la emocionalidad, todo lo que hacemos lo hacemos pensando en un bienestar tanto propio como común, las grandes hazañas las ha creado el complejo emocional que se inmiscuye mas halla de la racionalizaciòn de la situación, de aquí que sea tan importante brindar una estabilidad y sano desarrollo emocional al niño, para que crezca como una persona sana, capaz de unir emoción y razón “inteligencia emocional” y pueda crear y amar al mismo tiempo; una persona con un buena estabilidad emocional es capaz de analizar objetivamente su situación sin agredir al otro ni a si mismo, y le permite tener comportamientos críticos de su mundo para su mejoramiento y mayor calidez.

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